Ingredientes:
- 1 kilo de harina de trigo blanca.
- 2 sobre de levadura panadera seca o 2 bloques de levadura fresca.
- 600 ml de leche entera al tiempo o tibia.
- 100 gramos de mantequilla sin sal.
- 2 cucharadita de sal fina.
- 2 litros de agua.
- 7 cucharadas de bicarbonato.
- Sal gruesa.
- Semillas de sésamo, amapola, girasol u otras (opcional).
- Cernimos la harina en un bol
- Hacemos un hoyo en el centro de la harina para crear la forma de un volcán y añadimos en el centro la levadura (si usamos los cubos de levadura los desmenuzamos), un poco de azúcar y un poco de leche.
- Cubrimos estos ingredientes con una capa de harina y lo dejamos reposar 15 minutos.
- Añadimos al rededor del volcán la mantequilla, la sal y el resto de la leche.
- Amasamos todo, si se pega mucho la masa a nuestras manos o a la mesa, añadimos un poquito más de harina.
- Cuando la masa esté bien unificada, la separamos en porciones del mismo tamaño y les damos forma. Podemos darle la forma tradicional de los bretzels o darles una forma redonda o alargada para hacer panecillos.
- Ponemos a calentar el horno a 180º.
- Calentamos una olla con los dos litros de agua las 7 cucharadas de bicarbonato.
- Cuando el agua haya hervido, pasamos cada uno de los bretzels o panecillos por el agua durante unos 15-20 segundos bañándolos bien en agua para que toda la superficie pase por agua.
- Al sacarlos, les hacemos los cortes, una "X" a los panecillos redondos, una raya en la parte más gorda de los bretzels, o una raya a lo largo de los panecillos estirados.
- Rociamos los bretzels o panecillos con sal gorda y las semillas.
- Hornear hasta que estén dorados, durante unos 35 minutos, preferiblemente con ventilador, a 180º.